El Cipotegato en Tarazona, es el personaje que vestido con
indumentaria parecida a la del arlequín de la baraja, inicia las fiestas de la
ciudad con el acto que lleva su nombre. El día 27 de Agosto de cada año, a las
12:00 horas de la mañana, durante las campanadas del reloj, tiene lugar la
salida del Cipotegato desde el Ayuntamiento de la ciudad, señalando el comienzo
de las fiestas, que conmemoran el traslado de la reliquia de San Atilano a
Tarazona.
El momento de la salida del Cipotegato es esperado por miles de
personas concentradas en la Plaza de España gritando ¡¡cipote!! , ¡¡ cipote!!,
para lanzar sobre el protagonista miles de kilos de tomates, que no todos dan
en el blanco, resultando un intercambio de tomatazos entre los presentes a la
fiesta, jóvenes en su mayoría.
Bajo la intensa lluvia roja de tomates, el Cipotegato, ayudado por
los miembros de su cuadrilla y los veteranos de las peñas de la ciudad, trata
de abrirse paso entre la multitud, para realizar una carrera por la ciudad,
cuyo itinerario es secreto y se deja a la elección de la persona que encarna al
cipotegato.
A su vuelta a la Plaza de España, es izado hasta la base del
monumento a la figura del Cipotegato, desde donde saluda a la multitud que le
vitorea profusamente, y desde allí es llevado a hombros e introducido
nuevamente en el interior del Ayuntamiento. Han comenzado las fiestas.
Su traje, chaqueta y pantalón, es acolchado con anchas bandas de
telas de color rojo, verde y amarillo, cruzadas por cintas estrechas de los
mismos colores, que realizan un dibujo de rombos sobre todo el conjunto. El
tocado, también tricolor como el traje, le cubre la cabeza completamente y el
rostro a modo de máscara, terminando por detrás con una especie de coleta, y
ajustándose bajo la barbilla con unas cintas. Porta una corta vara de madera
adornada con cintas tricolores, de la que pende una pelota de goma,
antiguamente hecha con tripa o vejiga de gato rellena.
Al finalizar el Cipotegato, la peñas de la ciudad desfilan con sus
charangas por las calles de la ciudad. Alentados por los seguidores de la
charanga, los vecinos les arrojan agua desde los balcones. La charanga termina
en la plaza de toros vieja, donde espera un gratificante baño de espuma.
El Cipotegato, además, precede a la corporación municipal en el
desfile de la Ofrenda de Flores y Frutos a la Virgen del Río, en la tarde del
día 27 de agosto, y en la Procesión de la Reliquia de San Atilano que se
celebra tras la Misa Solemne, el día 28 de agosto. Su papel en ambos actos es
puramente ceremonial, complementando el protocolo que acompaña a la presencia
del Consistorio.
El Cipotegato de Tarazona se puede considerar como una pervivencia de
los festejos que, organizados y reglamentados por las autoridades eclesiásticas
de los siglos XVI al XVIII, arrancan de antiguas tradiciones populares de la
Edad Media.
La resolución de 25 de mayo de 2009, de la Secretaría de Estado de
Turismo, concede el título de Fiesta de Interés Turístico Nacional a El
Cipotegato, de Tarazona.
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