domingo, 6 de septiembre de 2015

Relojes de fachada una tradición de una ciudad


Es una tradición  y una cultura en España desde los tiempo más remotos ver relojes antiguos de esfera en sitios públicos.

Podemos encontrar relojes de fachada ubicados en las torres de iglesias  y también en edificios públicos más importantes de la ciudad. La gente está acostumbrada con la existencia de los relojes de fachada antíguos. En muchos casos los usa para conocer la hora y en otras ocasiones, para tener un punto de referencia dentro de la ciudad.

Se puede decir que los relojes monumentales o relojes de torre artesanales siempre han sido los elementos patrimoniales más frágiles de un campanario. Pero a pesar de su fragilidad, la vida de la mayoría de ellos ha durado siglos.

Detrás de esta precisión de los relojes monumentales está el trabajo de verdaderos profesionales en relojería industrial, los cuales vigilan el funcionamiento de los complicados mecanismos de relojería y los arreglan si es necesario.

En base de la tradición antigua, los relojes de fachada se hacían con técnicas artesanales,  cuyos secretos se han transmitido de generación en generación entre los relojeros. De hecho, cada vez quedan menos expertos en relojería artesanal, porque es una verdadera ciencia que se aprendía durante años en los talleres de los relojeros maestros.

Hasta hoy día en muchos sitios de España se mantiene viva la tradición de conservar los antiguos relojes de fachada con sus mecanismos artesanales y con su mantenimiento pieza por pieza.



 Desde los tiempos remotos los relojes de torre han funcionado durante años con esa impresionante  precisión que siempre ha permitido a las personas a verificar el tiempo precisamente gracias a la lubricación de sus piezas que evita su desgaste, a la limpieza y al cuidado manual que le han dado los relojeros – artesanos

Tradición del Puente de los Suspiros


Se localiza en Barranco Perú.
El Puente de los suspiros es conocido en el mundo gracias a la compositora Chabuca Granda, este legendario puente de madera ha sido escenario para amores de todas las épocas.
Puente de los Suspiros - Barranco PerúEl Puente de los Suspiros fue construido en el año 1876, por la necesidad de unir los extremos de la quebrada y permitir el paso entre las calles Ayacucho y la Ermita. Aunque ahora ya no hay agua que corra debajo del puente, sigue siendo el lugar predilecto para las parejas que visitan la zona e inspiracion de compositores y escritores que encontraron a las musas en el crujir de sus maderos. Este fue lugar predilecto de vecinos ilustres como José María Eguren y Martín Adan, el puente sirvió de inspiración a una famosa canción de la compositora Chabuca Granda, titulada “El Puente de los Suspiros” en el año 1960.

Puente de los Suspiros - Barranco PerúDurante la Guerra del Pacifico, fue destruido igual que todo Barranco al paso del ejercito chileno, el 14 de Enero de 1881. Posteriormente fue reconstruido.

El nombre del Puente de los Suspiros deriva de los innumerables romances que tuvieron y tienen como marco este pintoresco rincón barranquino. La tradición señala que quien por primera vez vea el puente y lo cruza sin respirar se le cumplirá el desee.

Fiesta de Quintos en Aguarón


La fiesta de Quintos en Aguarón se celebra el día tres de febrero, festividad de San Blas.
El origen de esta fiesta tiene su origen en la celebración del sorteo para ir a la mili. Los quintos se colocaban en el balcón del ayuntamiento, el secretario leía a viva voz la papeleta con el nombre del quinto y el número que le había tocado. El quinto que sacaba el número más alto, se libraba del servicio militar, y los que sacaban los números más bajos eran destinados fuera de la península: Africa, Cuba, etc.
Mientras se realizaba el sorteo, las familias y las novias de los quintos aguantaban el frío en la plaza esperando la suerte de su quinto.
Al quinto que se libraba, se le ataba en la plaza del Santo, se le dejaba sin comer y se le hacía alguna jugarreta.
Antiguamente era un día festivo grande, y los vecinos estrenaban traje de baturro o se ponían el que habían vestido sus antepasados; con el cachirulo en la cabeza y la vara de madera recta, pulida y con abrazadera de cuero o piel.
Con el paso del tiempo el atuendo fue cambiando, y el traje de baturro fue dejando paso al traje bueno, o traje nuevo que únicamente se llevaba para las grandes celebraciones, y el cachirulo en la cabeza al pañuelo en el cuello y a la boina y sombrero de fieltro en la cabeza, y unas buenas alpargatas.
Aparejaban una burra con albarda, un serón de esparto y los arreos eran brillantes. El que llevaba la burra por el ramal para sujetarla, iba trajeado como los quintos. El serón servía para meter en él los alimentos, pollos, conejos, embutidos, tortas, fruta, etc., y el vino que les daban en cada casa del pueblo. Con todo esto, las madres de los quintos hacían la comida para todos ellos.
La fiesta comienza con una misa en honor a San Blas y la bendición de los rollos. A la salida de misa, se empiezan a cantar las coplas alusivas, primero al Ayuntamiento, luego en la casa de cada quinto, a las madres y a las novias de estos, quienes endulzan a los presentes con pastas y moscatel, y finalmente en las tiendas y establecimientos de la localidad. Cada sitio con su copla particular.
En la década de 1950 se empieza a cantar a las quintas, posteriormente se les invitó a tomar café, y en 1965 se les invitó a comer. A los dos o tres años, como había pocos quintos, se unieron quintas y quintos, para formar un grupo más numeroso.
Hoy en día todavía se conserva la tradición del sombrero, y los quintos lucen bonitos pañuelos al cuello y van con su vara vestida con cintas de colores muy vistosas. También adornan a la burra como antiguamente, aunque el serón de esparto lo llevan por conservar la tradición, actualmente ya no se regalan alimentos sino dinero. En el centro y a lo alto de la albarda, en un panel, ponen un roscón grande que dice: Viva la Quinta del Año.
Las pastas y el moscatel que sacaban en las casas de los quintos, han dejado paso a las tapas, jamón, croquetas, tortilla de patata, vino, cerveza y refrescos, para deleitar a todos los presentes.

Una vez terminada la ronda por las casas de los quintos, los bares y las tiendas, todos los quintos y sus familiares van juntos a comer al pabellón.

Rio Navia ,el rio de la prosperidad


En el mundo Celta hay una diosa que da nombre a un río. Ella se llama Navia y se dice que ese río que se desliza laderas abajo por entre las fragas de O Cebrerio, y de los Ancares se alimenta de miles de fuentes que nacen a su paso, tiene propiedades mágicas.

Navia es la Diosa de la abundancia, la fertilidad de la tierra y de todo lo que concierne a los bienes materiales. Y el río, como su diosa otorga a quien se acerca a sus aguas esos beneficios.

Y debería ser cierto por que la tierra de los Ancares y todo el entorno por donde el ríos Navia sigue su camino hacia el mar de Asturias, son riveras fértiles llenas de vida y fuerza.

Y cuenta la leyenda que a su paso por Suarna, al deslizarse por debajo del puente que hay en esa pequeña villa esas propiedades mágicas se multiplican.

Y hay quien asegura que recoger agua de ese lugar sirve, sobre todo. para poner a salvo nuestros bienes materiales, atrae trabajo, dinero y suerte.


Es un lugar precioso que yo visito cada verano y que os recomiendo a los que estáis por aquí cerquita y a los tenéis pensado visitarnos.

La Cruz era de tradición celta


La cruz, símbolo por siglos asociado al cristianismo, relacionado directamente con su "salvador" que murió en esta por "nosotros", la llevan en el pecho a modo de colgante y le han rendido culto por siglos. Los cristianos la han hecho suya.
¿Pero lo será realmente?
Pues la verdad es que no, en realidad la cruz en un antiguo símbolo de las culturas paganas y el más antiguo hallazgo encontrado data aproximadamente de 10.000 años a.C, encontraron unas cruces grabadas en pequeñas piedras de arcilla que se supone cada una contenía el alma del difunto. La misma cruz que adoran los cristianos era el mismo objeto de adoración de los pueblos paganos siglos antes del cristianismo y tenia una representación mas bien cósmica que divina.
Los celtas e incluso los fenicios le rendían culto a este símbolo marcándolo en sus monumentos mucho antes de que llegaran los cristianos, también en Mexico la adoraban siglos antes de que los misioneros católicos pisaran sus tierras.
También los Griegos reconocían la cruz como un símbolo de divinidad antes de la era cristiana como por ejemplo Baco el cual llevaba en su cabeza una banda cubierta con cruces.
Más tarde la cruz celta llegó a simbolizar los 4 caminos de las esquinas de la tierra, donde la unión de los 4 puntos formaban una cruz y el punto central significaba el centro del mundo. El centro también representaba el origen de la vida, el nacimiento de los 4 ríos místicos y las cumbres de las montañas del mundo.
También hay datos de que los druidas hacían uso de este símbolo. El estudioso del s. XIX Thomas Maurice, en su obra, "Las Antiguedades Indias", hizo una extraordinaria observación acerca de la importancia de la cruz en la adoración que los druídas a la naturaleza, el escribió:
"Los druídas tenían la costumbre de seleccionar al más majestuoso y hermoso árbol como un emblema de la deidad. Cuando se cortaban las ramas de los lados, ellos juntaban 2 de las ramas más largas en la parte más alta del tronco, de manera que esas ramas se extendieran a cada lado como los brazos de un hombre. Junto con el cuerpo, ellos presentaban esto como una gigantesca cruz, y en la corteza del mismo árbol en muchos lugares estaba grabada la letra T".
El origen de la cruz utilizada por los cristianos tiene su origen en la letra "T", Donde esta letra era el símbolo de Tamuz, un antiguo dios de los caldeos y egipcios. Tamuz era el hermano de la diosa de la fertilidad Ishtar quién ahora es inconscientemente adorada por millones de cristianos. La "T" es también muchas veces nombrada como "el signo de la vida"

La iglesia fue paulatinamente dejando entrar a los paganos dejando que conservaran sus símbolos es de esa manera que los cristianos comienzan a adueñarse de ellos.

sábado, 5 de septiembre de 2015

Rosario de Cristal en Tauste





El Rosario de Cristal de Tauste nace en 1918, a iniciativa de Miguel Chacorrén, por entonces capellán de Nuestra Señora de Sancho Abarca, que se lo propuso a la confraternidad de esclavos de Nuestra Señora de Sancho Abarca, acordando costear los gastos con fondos de la esclavitud.
En la actualidad el Rosario de Cristal taustano cuenta con más de 300 piezas de vidriera policromada que datan en su mayoría de principios del siglo XX, que en los últimos años se han ido restaurando gracias al trabajo del maestro artesano del pueblo, Rogelio Gajate.
Todos los faroles tienen inscritos los nombres de aquellas personas que los donaron, incluso aquellos que han pasado a otras manos. Se trata de faroles de distintos tamaños y formas que simbolizan las oraciones del rosario y se rezan a modo de procesión.

El Rosario de Cristal tiene lugar a las nueve de la noche del día 22 de abril, dentro de las fiestas patronales en honor a la Virgen de Sancho Abarca, cuándo 300 faroles pequeños y los cuatro grandes de cada uno de los cuatro misterios del rosario, recorren las principales calles de Tauste.

El Cipotegato en Tarazona





El Cipotegato en Tarazona, es el personaje que vestido con indumentaria parecida a la del arlequín de la baraja, inicia las fiestas de la ciudad con el acto que lleva su nombre. El día 27 de Agosto de cada año, a las 12:00 horas de la mañana, durante las campanadas del reloj, tiene lugar la salida del Cipotegato desde el Ayuntamiento de la ciudad, señalando el comienzo de las fiestas, que conmemoran el traslado de la reliquia de San Atilano a Tarazona.
El momento de la salida del Cipotegato es esperado por miles de personas concentradas en la Plaza de España gritando ¡¡cipote!! , ¡¡ cipote!!, para lanzar sobre el protagonista miles de kilos de tomates, que no todos dan en el blanco, resultando un intercambio de tomatazos entre los presentes a la fiesta, jóvenes en su mayoría.
Bajo la intensa lluvia roja de tomates, el Cipotegato, ayudado por los miembros de su cuadrilla y los veteranos de las peñas de la ciudad, trata de abrirse paso entre la multitud, para realizar una carrera por la ciudad, cuyo itinerario es secreto y se deja a la elección de la persona que encarna al cipotegato.
A su vuelta a la Plaza de España, es izado hasta la base del monumento a la figura del Cipotegato, desde donde saluda a la multitud que le vitorea profusamente, y desde allí es llevado a hombros e introducido nuevamente en el interior del Ayuntamiento. Han comenzado las fiestas.
Su traje, chaqueta y pantalón, es acolchado con anchas bandas de telas de color rojo, verde y amarillo, cruzadas por cintas estrechas de los mismos colores, que realizan un dibujo de rombos sobre todo el conjunto. El tocado, también tricolor como el traje, le cubre la cabeza completamente y el rostro a modo de máscara, terminando por detrás con una especie de coleta, y ajustándose bajo la barbilla con unas cintas. Porta una corta vara de madera adornada con cintas tricolores, de la que pende una pelota de goma, antiguamente hecha con tripa o vejiga de gato rellena.
Al finalizar el Cipotegato, la peñas de la ciudad desfilan con sus charangas por las calles de la ciudad. Alentados por los seguidores de la charanga, los vecinos les arrojan agua desde los balcones. La charanga termina en la plaza de toros vieja, donde espera un gratificante baño de espuma.
El Cipotegato, además, precede a la corporación municipal en el desfile de la Ofrenda de Flores y Frutos a la Virgen del Río, en la tarde del día 27 de agosto, y en la Procesión de la Reliquia de San Atilano que se celebra tras la Misa Solemne, el día 28 de agosto. Su papel en ambos actos es puramente ceremonial, complementando el protocolo que acompaña a la presencia del Consistorio.
El Cipotegato de Tarazona se puede considerar como una pervivencia de los festejos que, organizados y reglamentados por las autoridades eclesiásticas de los siglos XVI al XVIII, arrancan de antiguas tradiciones populares de la Edad Media.

La resolución de 25 de mayo de 2009, de la Secretaría de Estado de Turismo, concede el título de Fiesta de Interés Turístico Nacional a El Cipotegato, de Tarazona.